sábado, 2 de mayo de 2009

Cavilaciones previas a la ejecución

La noche de insomnio le devolvió frente al espejo una cara distinta y agotada. Con manos temblorosas buscó en el agua fría, a modo de purificación, la tranquilidad que se había jurado tener cuando la hora llegase.
No recuerda bien como, pero unos instantes después ya estaba en el patio de la mañana fría y militar. Creyó que el miedo se había ido pero no, se lo recordaba, como en la noche sin sueños, un estremecimiento que no lo abandonaba, que lo poseía por completo. Una vez más maldijo su suerte, y se vio de niño, jugando en los campos del Norte. Estaba con su padre pescando en el río, feliz.
Pero el sacerdote terminó su burocracia y el capitán empezó la suya, no está en el río. Está en la Patagonia helada y ajena, ya es la hora y no puede enfrentarse así con su destino.
El ruido de las armas preparándose acalló los movimientos del cuartel, y la oración llegó a sus labios sin saber cómo. Una lágrima rodó sobre su mejilla hasta terminar en el fusil. Entonces abrió fuego.

22 comentarios:

Anónimo dijo...

Dicen que, cuando estás a punto de morir, se pasa tu vida en imágenes. Y yo lo que creo que hace eso es el miedo. Es el miedo el que le hace verse como niño. Y ese niño, miedoso también, el que le hace abrir fuego, como cuando jugaba con sus primos, que se tiraban de mentira a su paso.

Lena yau dijo...

Qué buen texto Marcelo...

Sobretodo esa sensación de creer que una realidad terrible es un mal sueño....y al descubrirnos despiertos intentar vanamente refugiarnos en la seguridad de la infancia.

Me pasa a menudo aunque mis realidades difíciles no impliquen un fusil.

Al menos no un fusil al uso.

Porque ahora que lo pienso...los fusiles tienen muchas caras.

El asunto es ese que tan bien escribes/describes: la regresión a ese refugio de colores que es la niñez.

Un beso X 1.000.000

Andaya dijo...

Podría quedarme en tu página el día entero.
La melodía que escogiste es..., bueno, el canon siempre me estremecerá, y esta versión en guitarra me levanta la piel.
Y con la carne expuesta, leo tu entrada (eso es trampa, que lo sepas). Y se me encoge el estómago, porque entendí que no era el reo sino el verdugo quien hablaba.

Only dijo...

Hoy necesitaba sonreír, Marcelo, y luego reír,
he entrado en tu blog y se me ha olvidado por un ratito el resto del mundo. No sabes cómo te lo agradezco.

Este comentario no tiene que ver con tu entrada, pero me ha salido decírtelo.

Te envío un fuerte abrazo, y te doy las gracias.

Viviana dijo...

Me imagino que este post está "encadenado" al anterior. Una buena manera de ver la historia: los próceres no son seres inalcanzables, ídolos, ni son unos cínicos sin más (estoy pensando en la novela de Rivera, "El Farmer"). Son seres humanos, o fueron, y tuvieron miedo. La grandeza está en que el miedo no los detuvo. Un abrazo grande

Camille Stein dijo...

... abrió fuego

y balas de lágrimas ajusticiaron sus recuerdos

un abrazo

TORO SALVAJE dijo...

Siempre he pensado que si los soldados en vez de ser cobardes y obedecer órdenes como borregos apuntaran los fusiles a sus superiores y dispararan se acabarían todas las atrocidades. Esa sería la última.
La mejor de todas.

Saludos.

Arkantis dijo...

No me imagino en la situación de ese pobre soldado..no creo fuera capaz de abrir fuego...

Besotes y feliz finde

Martine dijo...

.. era cumplir órdenes o ser el blanco él del siguiente fusilamiento... terrible disyunctiva sín duda y muy bien narrado hasta el final, este suspense, de lo que pensabamos que sería una víctima, era el verdugo...pero tambien víctima en el fondo..
Un beso, Marcelo.

América dijo...

MARCELO TIENES MUSICA EN EL BLOG????....DE SER ASI NO LA ESCUCHO...ESTOY TRATANDO DE HACERME DE UN TIEMPO PARA LEER ENTRADAS DE TU BLOG,REALMENTE INTERESANTE,ESTE POST ME TOMO POR SORPRRSA AL FINAL,MUY BIEN...TAN VISTIMA COMO UNO ES EL OTRO LO TRISTE ES QUE SIGUE LA VIDA Y LA CULPA Y LOS REMORDIMIENTOS SIEMPRE COBRAN AL FINAL.

América dijo...

TRISTE PERDON.

Isabel Estercita Lew dijo...

Um fusil en lágrimas de verdugo, fuerte tu relato, Marce, me impactó
Beijos

carlota dijo...

Pues si , muy fuerte ,ver llorar al verdugo ,sería algún familiar al que ajusticiaban?

besos

gloria dijo...

Espejo maldito que me muestras
la cara impúdica de la muerte

Miedo interminable que arañas
los extremos de mi cuerpo

Infancia añorada que te difuminas
en el horizonte de la batalla

Rojo sangriento que inminente amenazas
el fin de mis horas con negro de pólvora

Un abrazo.

Cecy dijo...

No se porque, pero recorde dias oscuros, de acá, quizas nada tenga que ver.
Pero fue la impresión que me dio.
No me gusta los fusiles, y esas heladas de alma para matar y menos mandos de superiores, superiores a quien?

Besos Marcel.
Por supuesto que te quedo muy bien.

M dijo...

Que relato mas triste Marce :o(. Muy bien escrito, pero super triste.

Soledad Sánchez Mulas dijo...

Un relato estupendo, con un giro sorprendente al final, que lo eleva a la categoría de super-relato.

Es que siempre me impresionó esta "profesión"(imagino que habrás visto la peli "El verdugo") y a veces, no hay blanco ni negro.

Siempre un placer regalarte mi tiempo (yo me llevo más, casi que te robo).

Un beso.

Soledad.

jjulia cofasso dijo...

la guerra es mala, muy mala. nos mata de a poquito, mas a la vuelta que a la ida.
saludos señor

Hada Isol ♥ dijo...

Marce me impactó tu historia ,sentí lo que sintió el personaje ,que cosas no?,que siempre en los momentos más duros es la niñez la imagen que se nos presenta en la mente,y que triste terminar así,siempre imaginé ese momento como te lo expresó Toro salvaje,y en la historia humana tantas atrocidades no serían!
Ando bien amigo mío,solo que con poco tiempo,mi hijo tiene escuela nueva,le enseñaron muy mal en el cole y está atrasado,encima no quiere estudiar,por lo que se me complica entrar en los blogs,te hice llegar una invitación para la cápsula del tiempo me gustaría que me dejaras algo alli,a Menardez o lo que desees,tu cuento sería genial es algo para recordar espero te sumes,Miriam ya lo hizo,que preciosa es tu esposa,y sobre todo una mujer maravillosa y dulce! te felicito por la familia que formaste!
QUE TENGAS UN HERMOSO DOMINGO!!!!!!!!!!

Patty dijo...

Marce, tus relatos me gustan mucho. Hoy qusiera decir algo más interesante pero tengo un poco de fiebre y lo único que sigue en mi mente es la imágen del agua fría.

¡Salutes!

Anónimo dijo...

Terrible y doloroso. Cuantos murieron con esa última sensación y cuantos habrán sobrevivido sin olvidarse jamás esos momentos donde mataron para no morir. un beso, sin fusiles.

esteban lob dijo...

Impensado final...
Al término de todo, la víctima ya no sufría, pero me temo que su victimario sí.

Un abrazo.

Bitacoras.com